LA VOZ DEL DESEO
Canta el gallo antes del alba,
y su procacidad de macho
la siento, como una amenaza,
en esta ambigüedad
de las horas
en que nada se arriesga,
en este letargo del tiempo
donde, ajeno de concupiscencia
me regodeo con efímeras sombras
sin caderas,
sin miradas brillantes de deseo,
sin bocas sedientas
del néctar que se derrama
de copas que rebosan,
sin manos humedecidas
de la vaciedad de lo insípido,
que se escapan
en la sutileza de lo inocuo,
sin entrepiernas donde palpita
en gemidos ahogados,
con lluvias que no atinan,
en el surco sagrado
donde explota la vida...
Me resigno y espero la caricia suprema
de los pétalos de fuego
que ponen la palabra
enhebrada de luces
en la garganta de un nuevo día,
donde encuentro tus ojos,
y en ellos pletórica,
la llamada del deseo,
ese quebradizo trazo.
en que me siento esqueleto
desnudo de todo,
lleno de muerte.
Y a ese bode del abismo me asomo
alzando mi silencio desgarrado
hasta ese punto de luz
donde tu voz me llama
para hacernos uno,
enlazados en el vértigo,
peregrinos del misterio.
(José M. Huete García, Julio 2012)
Cuando el espíritu palidece ante lo irresoluble de la realidad, que nos castiga y amedrenta, la palabra teje ese manto que nos protege, que nos abriga, que nos devuelve a las horas de la inocencia, LA POESÍA. Aquí me encontrareis desnudo de equipajes inservibles, transpirando los sentimientos mas esenciales de mi devenir. Con mis dolores de parto, con mis alegrías rescatadas con la inmensa potencia del lenguaje mágico que surge en la espera interminable de saberme entero e indestructible.
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