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viernes, 19 de octubre de 2012


 ENTERA

A veces, cuando te amo,

la brisa, asustada, pliega sus alas

y como un pajarillo indefenso

que busca refugio en el dorso de mis manos.

son tus palabras…

Esas tan dulces, que con una lágrima

entre tus parpados se estremecen,

esas que se hacen  de silencio,

y hasta el infinito,

en atávica raíz del sentimiento

en fronda de tierna hierba   se extienden.

 

A veces, cuando te amo,

un profundo océano

se encrespa en olas rugientes,

y, en ellas, la plácida cara de La Luna

en gotas de espuma se diluye.

Es el inaudible aullido del universo

que en tu vientre

en deseo se convierte.

 

Cuando te amo,

es ese instante,

que en eternidad se detiene,

ese  fluir incontenible

en que mi alma,

incontrolable se pierde

 

Cuando te amo,

a veces,

eres plácida brisa,

agua bendita

en que mi inocencia se bautiza,

a veces,

eres tempestad y delirio,

eres la negra sombra de dolor

en que mis límites  se definen.

 

Cuando te amo…

¡Las dos mitades de mi corazón,

entera te necesitan!

 

(José M. Hete, Junio 2012)

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