ENTERA
A veces, cuando te amo,
la brisa, asustada, pliega sus alas
y como un pajarillo indefenso
que busca refugio en el dorso de mis manos.
son tus palabras…
Esas tan dulces, que con una lágrima
entre tus parpados se estremecen,
esas que se hacen de
silencio,
y hasta el infinito,
en atávica raíz del sentimiento
en fronda de tierna hierba
se extienden.
A veces, cuando te amo,
un profundo océano
se encrespa en olas rugientes,
y, en ellas, la plácida cara de La Luna
en gotas de espuma se diluye.
Es el inaudible aullido del universo
que en tu vientre
en deseo se convierte.
Cuando te amo,
es ese instante,
que en eternidad se detiene,
ese fluir
incontenible
en que mi alma,
incontrolable se pierde
Cuando te amo,
a veces,
eres plácida brisa,
agua bendita
en que mi inocencia se bautiza,
a veces,
eres tempestad y delirio,
eres la negra sombra de dolor
en que mis límites se
definen.
Cuando te amo…
¡Las dos mitades de mi corazón,
entera te necesitan!
(José M. Hete, Junio 2012)
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