ENSOÑACIÓN
Era ella,
La he visto pasar, altiva,
La mirada desafiante,
Dos puñales de fuego
Clavados en la espalda
De esta tibia tarde de Mayo.
Arrogantes, aún, sus pechos,
Rebosantes de ese dulce aroma
De la fruta madura,
De ese calido sabor.
Que en el paladar se añeja
De sutil impaciencia.
Cimbreantes sus caderas,
De palmera sapiente
De vientos suaves
Y agresivas tormentas,
Que la sabiduría es ceñirse
Cuando soplan con fuerza.
Un halo mágico
Me acarició con su esencia,
En las manos me dejó
Estos versos callados,
Que nunca sabrá escribí para ella.
(José Manuel Huete, Mayo/2012)
Cuando el espíritu palidece ante lo irresoluble de la realidad, que nos castiga y amedrenta, la palabra teje ese manto que nos protege, que nos abriga, que nos devuelve a las horas de la inocencia, LA POESÍA. Aquí me encontrareis desnudo de equipajes inservibles, transpirando los sentimientos mas esenciales de mi devenir. Con mis dolores de parto, con mis alegrías rescatadas con la inmensa potencia del lenguaje mágico que surge en la espera interminable de saberme entero e indestructible.
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