A QUIEN CORRESPONDA…
Tu, sin cara, sin nombre,
que escribes la palabra Poder,
con la mano derecha,
o la izquierda,
según convenga a tus deseos
de hacerme rehén
de tu indecencia.
Tu, que en tono mayestático,
te reiteras una y otra vez,
en decirme que mi felicidad
es un regalo,
cuando te la estás cobrando,
en sangre, sudor y lágrimas.
Tu, que te apropiaste
de la caja mágica
para venderme paraísos falsos,
mas destructivos,
que la droga que mata el cuerpo…
¡Porque tu matas el alma!
A ti, que asesinas las esperanza
te digo...
Que ante la tempestad
Dobla su cintura la palmera,
mas .nunca se quiebra,
que en la tormenta,
la mies se tiende
y después, mas verde se yergue,
que la golondrina
siempre volverá en Primavera
aunque derribes el alero
donde edificaba su nido,
que la hormiga, tenaz
seguirá trabajando,
aunque fumigues su madriguera.
A ti, que cada mañana
pliegas el papel,
para contarme dosificada
la historia a tu manera...
A ti, te digo,
que cuando, en cada alborada,
un rayo de sol,
viste mi desnudez,
acoraza mi esperanza,
arma mi fe, hasta los dientes,
mi conciencia, preclara me anuncia
que es en mi,
en mis sueños,
donde la batalla se gana...
Porque, es entonces,
cuando tu,
dueño del poder de la mentira
¡Tu ya no puedes nada!
(José M. Hete García. Agosto 2012)
Cuando el espíritu palidece ante lo irresoluble de la realidad, que nos castiga y amedrenta, la palabra teje ese manto que nos protege, que nos abriga, que nos devuelve a las horas de la inocencia, LA POESÍA. Aquí me encontrareis desnudo de equipajes inservibles, transpirando los sentimientos mas esenciales de mi devenir. Con mis dolores de parto, con mis alegrías rescatadas con la inmensa potencia del lenguaje mágico que surge en la espera interminable de saberme entero e indestructible.
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